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Drakos:
"El sentido de la gratitud"

En el vasto cielo de Cumulonia, un reino de nubes flotantes, vivían las nubes Hermanas Blanca y Gris. Blanca era esponjosa y radiante, siempre trayendo días soleados y despejados, mientras que Gris era densa y oscura, portadora de lluvias y tormentas. Aunque diferentes, ambas nubes compartían un lazo profundo y especial.

Un día, Cumulonia se vio amenazada por una sequía que ponía en peligro a todos los seres vivos en la tierra. Los campos estaban secos, los ríos se evaporaban y la desesperación se extendía. Blanca, preocupada por el bienestar de todos, intentó generar lluvia, pero solo lograba dispersar su vapor en un cielo sin esperanza. Gris, al ver los esfuerzos infructuosos de su hermana, se acercó para ayudar.

A pesar de sus diferencias, Blanca y Gris decidieron unir sus fuerzas. Blanca se elevó para atraer la humedad, mientras Gris se condensaba para formar pesadas gotas de lluvia. Trabajando juntas, comenzaron a formar grandes tormentas que cayeron sobre la tierra sedienta. La unión de sus habilidades trajo alivio a los campos y ríos, devolviendo la vida al paisaje.

Al ver el impacto de su colaboración, Blanca y Gris comprendieron el verdadero valor de la hermandad. No se trataba solo de compartir momentos felices, sino también de apoyarse mutuamente en tiempos de necesidad. La fuerza de su unión había salvado a Cumulonia y a todas las criaturas que dependían de ellas.

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